Jorge Ruiz Escamilla

Jorge Ruiz Escamilla posee una sólida formación en negocios y tecnología, lo que ha cimentado su éxito en la era digital. Es Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad de las Américas, México (UDLAP), y cuenta con una doble maestría: un Executive MBA por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y un MBA por la Universidad Estatal de Arizona (ASU). Más recientemente, obtuvo un Doctorado en Comunicación y Mercadotecnia Estratégica, lo que subraya su constante interés por el análisis y la evolución de la comunicación en el entorno digital.

Su carrera despegó a principios de los años 2000 en Silicon Valley, donde formó parte de Yahoo! Inc. y posteriormente se integró a Google, colaborando en el desarrollo de la estrategia móvil para YouTube. Sin embargo, su rol más conocido en la industria fue como Primer Director General de Facebook para México y Centroamérica. Desde esta posición, fue fundamental para establecer y expandir la presencia de la red social en la región, un trabajo que le otorgó una profunda visión sobre el impacto de las redes sociales y el Big Data en la sociedad y el marketing.

Actualmente, Ruiz Escamilla sigue profundamente involucrado en el ecosistema de la transformación digital. Es CEO de Botmaker México, una empresa que desarrolla soluciones de Inteligencia Artificial conversacional y chatbots para optimizar procesos empresariales y la atención al cliente. Además, es socio fundador del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI) y de QuickMind, una consultora enfocada en la transformación digital. A través de estas iniciativas, asesora a ejecutivos y empresas sobre cómo afrontar el acelerado y a menudo incierto ritmo del cambio tecnológico.

Como conferencista, es muy solicitado para abordar temas como la obsolescencia tecnológica, el Performance Marketing y el paso de una evolución tecnológica lineal a una exponencial. Argumenta que la tecnología no es solo una herramienta, sino un factor que ha redefinido radicalmente los modelos de negocio y las relaciones humanas, generando un “mundo bani” más frágil y ansioso.